Somos templo
del Dios viviente.
¿Puedes convivir con quien siempre te critica cuando
hablas de tu Dios? ¿Eres feliz cuando esa persona está a tu lado pero no puedes
compartir lo que te gusta con él? Eso pasa porque simple y sencillamente no le
gusta lo que haces, ustedes NO son compatibles porque él no
entiende que tú estás buscando más que nada, alabar y glorificar a Jehová de
los ejércitos, lo demás no importa.
No es fácil para
los Cristianos estar entre el mundo porque el mundo no nos entiende. Si eres
joven y decides seguir a Jesús tus amigos siempre se burlan, te preguntan una y otra vez: -¿Por qué tienes
que estar en una religión para creer en Dios?,- ¿necesitas que otro humano te
diga que no debes hacer esto ni aquello porque tú misma no lo puedes lograr?,
-
Yo también creo en Dios y sin embargo voy a fiestas, me tomo unas cervezas,
disfruto la vida y aun así Dios me sigue cuidando, ¿Para qué te metes en la
iglesia si te va a cuidar igual?,- en la iglesia lo único que hacen es lavarte
el cerebro, allá solo hay lobos disfrazados de ovejas que te quitan la plata
según para que recibas un milagro de Dios,-
hey!!! Puedes tener a Dios contigo sin necesidad de estar metida todo el tiempo
en ese lugar - una y otra vez escucho las mismas palabras de cada amigo que
tuve en el mundo, nadie comprendía que yo
quería hacer lo que El Señor me estaba diciendo; solo quería hacer lo
correcto.
Cuando me fijé
en un chico del mundo estando en la iglesia, con mi corazón dispuesto a Jehová,
(teniendo muchos chicos cristianos a mi lado) fue algo súper difícil, me hizo
vivir una encrucijada, me coloco entre la espada y la pared, me hizo decidir
entre los dos caminos: -¿o sigues
amando a tu Dios a su manera o lo amamos a mi manera? Yo quiero salir a
rumbear, me encantan los partidos de futbol, de vez en cuando me tomo unos
traguitos, no estoy de acuerdo con llegar virgen al matrimonio porque no creo en
el matrimonio, además eso ya no se hace
en este mundo, estamos en el siglo XXI, nadie se casa por amor, solo lo haces si
no quieres el dinero del otro, además ¿para qué casarme si después me voy a
divorciar? Wau :-( Me partió el alma, yo que soñé vestirme de novia algún día,
tener la oportunidad de usar mi anillo de compromiso y luego el de bodas, de
levantarme cada mañana al lado de mi esposo y tener una familia basada en los
principios de Dios, para mí, fue un golpe bajo; sin embargo él seguía
gustándome, y aun deseaba besar sus labios y sentir sus manos y su rostro pasar
por el mío, o cuando me abrasaba tan fuerte que cortaba mi respiración, era mi
mayor deseo, soñé tantas noches con él, imaginé besar sus labios aun estando
despierta y las veces que me coloqué nerviosa cuando pasaba por mi lado, era
increíble que ahora me tocara dejarlo porque no comprendía mi situación y
porque no era el hombre adecuado para mi…God!!! El mundo me daba vueltas, ahora
me tocaba escoger si seguir a Dios y cumplir con sus principios (que son bien
altos, para Él odiar es lo mismo que matar, y la lujuria equivale a adulterio)
o vivir la vida que mis amigos y el chico que me gusta me estaban proponiendo.
Cambiar la
rumba por las vigilias, las salidas los fines de semana por las reuniones en la
iglesia, un domingo a playa por los cultos, la música de parranda por las
alabanzas al Señor, las películas de terror que tanto me gustaban por otras que
me edifiquen, amigos que solo vivían haciéndome reír con sus ocurrencias y
bobadas por otros que me hablaran de Dios y de cómo ser mejor persona basándome
en lo que dice la biblia.
Qué difícil
es para alguien y principalmente para mi hacer un sacrificio como ese, solo para ganarme
el amor y la misericordia de ese ser especial, que jamás he visto pero que creo
indiscutiblemente en que existe; y sé que existe porque soy parte de su
creación, porque los milagros existen y tú y yo somos uno de ellos; ¿Cómo no
creer? Ver el cielo y tratar de contar
las estrellas y aunque lo intente una y mil veces no lo logro, o sentir que la
brisa me acaricia en esos días que estoy
triste y resbala una lágrima por mi mejilla llena de dolor y desesperación; o cuando siento que estoy sola, alzo la mirada y
veo un hermoso atardecer o un lindo arcoíris adornándome el día; regalo de
aquel que me ve y que me dice: yo estoy aquí; sacrificio que como tal duele
pero que quieres hacer para obtener algo mejor con el tiempo. Como dice el
pastor: Grandes sacrificios, Grandes bendiciones.
Si coloco en
una balanza lo que ese chico me puede brindar y lo que Jesús me puede brindar…
obviamente que Jesús gana hasta con revancha. Pero la cosa ahora es si mi
espíritu será más fuerte que el deseo de mi carne.; ¿qué haré cuando me toque
cruzar por su camino?, ¿cómo evadirlo si no puedo? ¿Cómo controlar las ganas de
hablarle y decirle lo mucho que me gusta?
¿Quién me
dará la fuerza y la voluntad? JESUS.
Mi confianza está en ti…porque
sin ti no podré soportarlo más. Tu que notas mi sacrificio…lo hago por TI.
No os unáis
en yugo desigual con los incrédulos porque ¿qué compañerismo tienen la justicia
con la injusticia? Y ¿qué comunión la luz con las tinieblas? Y qué concordia
Cristo con Belial? O ¿qué parte del creyente con el incrédulo? Y ¿qué acuerdo
hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del
Dios viviente, como Dios dijo:
Habitaré y andaré entre ellos,
Y seré su Dios,
Y ellos serán mi pueblo.
Por lo cual,
Salid de en medio de ellos, y
Apartaos, dice el Señor,
Y no toquéis lo inmundo;
Y yo os recibiré,
Y seré para vosotros por Padre,
Y vosotros me seréis hijos e hijas,
Dice el Señor Todopoderoso.
Así, que,
amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de
carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
Lección
aprendida -27/97/2012.
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