Me doy cuenta como la vida sigue y sigue, nada ni nadie la
detiene, mi Dios me da una oportunidad
tras otra, para enmendar mis errores, sin embargo, en ocasiones no recuerdo ese
privilegio, me cierro en mi burbuja, ni
siquiera a El soy capaz de permitirle el acceso.
Cuando quiero estar sola, solo pienso ¿En qué lugar del mundo
puedo esconderme para que el no vea mi rostro? ¿Dónde salir corriendo? Solo
quisiera tener la oportunidad de bajar al fondo del mar y/o sentarme entre los
corales, ¿Qué haría ahora mismo? Quizá estaría pensando en todo lo que me ha
pasado en la vida, en todo lo que he visto, lo que he escuchado y lo que
lamentablemente en ocasiones he dicho y que cada burbuja de oxigeno que se
escape sea un pensamiento o suplica,
para cuando lleguen a la superficie, El los lea pero que yo no vea su rostro,
porque la vergüenza me consumiría. Que el azul del mar sea el matiz que
confunda mí sonrojadas mejillas con los colores del arcoíris reflejados en las
delicadas ondas, producto del viento, del sol, y la lluvia. Pero ahora
recuerdo, El sí puede verme, aunque este en valle de oscuridad hasta allá llega
su misericordia y su amor, y es luz para mis pies por eso aunque me esconda, me
encontrará. No puedo huir de Él, no tengo donde esconderme, donde correr.
No obstante, en ocasiones quisiera escapar de Él, intentar
caminar en el bosque para conocer esas cosas que mi Señor me prohíbe, me mata
la curiosidad, pero me alegro de no poder hacerlo. Si se le diera por escuchar
mis incoherentes peticiones y seguirlas por respeto, decencia o resignación,
estaría perdida; yo estoy perdida sin mi amo, ahora comprendo que no se hacer
nada, ¿cómo comería? ¿Quién me vestiría? ¿Quién me cantaría por las noches para
que me duerma y no me despierte con pesadillas? Quien me diría que me ama y
prometería que estará conmigo más allá del fin de los tiempos. ¿Ni siquiera el
día final será limitante para El y su amor por mí? ¿Sera que Jehová está obsesionado conmigo? ¿O de verdad esto
es lo que la gente llama amor? ¿Por qué no puedo identificarlo? Siempre he
tenido una venda en mis ojos y tapón en mis oídos, me han dicho tantas veces
que me aman (humanos por supuesto) y son simples mentiras que me han destrozado
el corazón, como si alguien se le hubiese ocurrido jugar a: dale en el blanco,
y se equivocó en la puntería, cada uno, siguió intentando e intentando hasta
que mi corazón quedo convertido en trisas, y pues, obvio, NUNCA DIERON EN EL
BLANCO.
Luego llega mi Dios
con sus manos limpias y brillantes diciéndome que me ama, Wao!!! Que extraño es
todo esto, yo no sé lo que es el amor y ¿Ahora Jesús me dice que me quiere
enseñar lo que es el verdadero significado del amor? ¿Pero debo seguirle, para
entender lo que me dice? Creo que me habla en otro idioma, todo es tan confuso,
e irreal, como cuando Te obligan a permanecer mucho tiempo con los ojos
cerrados y de repente, te piden que abras los ojos con una luz muy brillante
apuntando a tu rostro. Es extraño,
incomodo, hasta intimidante, me asusta un poco, confieso.
Pero no niego, Sus
palabras son tan tentadoras, tan sinceras, aunque yo no sepa lo que es la
sinceridad, y mucho menos el amor, pero hay algo en su propuesta que me llama
la atención, la esperanza de ser feliz, POR FIN SER FELIZ.
Enjuago bien mis ojos, caigo en la cuenta que me tiene en su
castillo de oro y plata, solo veo esmeraldas y cuartos blancos, todo es blanco,
¡increíble! tanta pureza, me miro y
estoy tan sucia, mi rostro se enrojece en instantes y mi corazón se achica, si
estuviera vestida como El, tan limpio, tan elegante; con su túnica impecable,
su corona reluciente y su rostro tan familiar y dulce. Me siento tan poco para
su amor, ¿Cómo pudo fijarse en mí? ¿Por qué me ama tanto? Si yo nunca intente
enamorarlo. Lo ignore tantas veces, ¿Por qué es tan persistente? Me pregunto ¿Qué quiere de mí?
¿Qué quiere un rey de alguien como yo? Que para el mundo es un cero a la
izquierda, ¿Qué ve El que ninguno puede ver en mí? ¿Ni yo misma puedo ver que
es? Me mata la curiosidad por saber por
qué me ha escogido, ¿hice algo bueno que le llamo la atención? ¿O por el
contrario fue algo muy malo?, será que me va a cambiar como lo hizo con Saulo?,
después de todo lo que hizo Saulo, le concedió un nuevo nacimiento y lo nombró
Pablo, creo que lo hizo para mostrarse, está haciendo lo mismo conmigo ahora?
Ahora tiene tanto control en mí, que si existe un pensamiento
que no pertenece a El, se enciende una alarma y me hace ver claramente que eso
no le agrada, como mi amo, intenta dominarme, sé que me ama, ¿no sé por qué?,
pero siento de verdad que me ama, ¿Cómo puedo amarlo igual? ¿Qué debo hacer
para que no se enoje y mantenerlo feliz? esto me asusta no sé cómo hacerlo, no
sé si podré soportarlo ¿Y si me voy de su lado? ¿A dónde puedo ir que Él no me encuentre?, y ¿Cómo huyo de
su mano y su justicia? Si voy al norte
ahí está, voy al sur, su presencia me persigue, al oriente o al occidente
siempre su sombra me cubre involuntariamente, como si sintiera la necesidad de
cuidarme siempre.
Me tiene tan sujeta a su corazón que cuando piensa en mí y mi
futuro, yo puedo sentirlo, a diferencia de sus sentimientos, yo siento que estoy
atada a su sandalia como si yo fuese un adorno a sus increíbles pies. No
necesita más adorno, pero mis brazos le rodean sus tobillos como si fuese lo
único que me atrevo a tocarle, pero sé que con tocarle cada parte de mí se
siente bien, como si fuese una extraña medicina que cura TODOS mis males, es
eso posible? No lo sé, pero es mi medicina, o ¿mi droga?
¿Qué has hecho conmigo, Dios? Porque me siento diferente,
como si parte de mi estuviese cambiando, no sé exactamente qué parte, pero noto
el cambio. ¿Tú lo has hecho? ¿Cuánto me
falta?, ¿hasta cuando deje de sentirme menos para ti? Hasta que acepte dichosa
que ahora soy parte de tu familia y me atreva a contárselo a todos? Mostrando
esa satisfacción y gozo en cada palabra cuando les cuente que tú no sé ¿por qué
razón me escogiste de entre la multitud para hacerte grande y hacerme cada vez
más pequeña ante ti?
¿Por qué pase lo que pase siempre tengo la necesidad de
regresar a ti, MI AMO? ¿Ya no tengo mi libre albedrío como todos allá afuera
dicen? Mis pensamientos primero pasan por ti para luego ser convertidos en
hechos, mis sueños debo entregártelos para verlos materializados y solo tú
sabes cuando estoy preparada para recibir las bendiciones.
Ahora soy como una pieza más en tu tablero de ajedrez, seré
un peón, un caballo, o la dama, ¿Cómo juegas? ¿Usas la dama para proteger al
rey, o a el rey para proteger a la dama?, me haces pasar entre cuadros negros y
blancos, con una pizca de miedo cuando el contrincante se acerca con amenaza de
destruirme, pero veo sorprendida como anticipas su movimiento y me haces
ganarle fichas y avanzar casillas, soy consciente que tú
eres quien está ganando, pero siento este bocado de orgullo, al saber que
también hago parte de esto. No solo estas ganando, estamos ganando.
Ya no es duro pensar que debo hacer lo que me dices, es un
proceso, es una etapa de cambio.
Pasar por fuego, para quitar impurezas, ¡SI! ese dolor que se
siente cuando nos pasas por fuego no es agradable, esa sensación era la que me
mantenía con deseos de escapar pero ahora entiendo que para quitar nuestras
impurezas es necesario pasar por fuego, como se hace con el oro.
Después de todo, solo tú sabes que quieres de todos los que escogiste, y
cuan puros nos necesitas.
Mateo 4.1.
Es tu propuesta, es mi decisión.
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