Muerte

Muerte, muerte acaso debo tenerte miedo?

Turbarse debe mi corazón por tu presencia?

Has encontrado alguien diferente y fuera de lo común,

Has hallado a una mujer sellada con una esencia indeleble, 

impregnada en mi desde el momento que un ser inmortal cambio mi destino.

Muerte, muerte, muerte, acaso sabes su nombre?

Te recuerdo el nombre de aquel que te venció en una cruz?

Y junto a la enfermedad y Satanás los echó fuera de nosotros por siempre y para siempre?

Debo tenerte miedo cuando se que tu poder no puede jamas compararse con el poder de la vida de Jesús en mi?

Puedes desechar este cuerpo, pero sabes que viviere por los siglos, porque mi alma y mi ser le pertenece al inmortal.

Y a donde el vaya , iré también. Donde el viva, yo viviré, y a su lado estaré.

Fría, calculadora, insensible, impaciente, llegas como ladrón a hurtar, a llevarte la esencia de mi padre, pero llega la hora en que el Señor de la vida se siente en su trono santo, y tome su poder y su autoridad y te eche lejos, cuando tome la decisión de que en su tierra tu no seas bienvenida.

Y seras arrastrada, junto con la vergüenza, el miedo, 

el rencor, la incredulidad, 

y principalmente junto al pecado.

No me da miedo escribir sobre ti, 

puesto que vencida estas en el nombre de Jesús.